Artista local, reconocida en las publicaciones de flamenco, con muchas ganas de seguir enseñando lo que sabe y aprendiendo lo que desconoce; Es capaz de abordar el baile por soléa y siguiriyas, alegrías, la caña, las bulerías por soleá, y por los cantes a palo seco, que representan el grupo de las tonás; Y es disciplinada, con autodominio, apasionada por el baile, pero rigiendo en todo momento la cabeza.
Ya no necesita estar pendiente solo de la técnica, que es la preparación, el aprendizaje, el esfuerzo por la perfección. Ella se expresa con libertad, con un poder de comunicación enorme, tiene distinción, señorío, elegancia y finura.
Al tiempo que coloca sus brazos de manera impecable, sus manos bordan arabescos de mil filigranas, dibujando caprichos de palomas y sus pies, más que golpear, dibujan un armonioso festón en los bajos de su bata.
Fotográfia Juan Gutiérrez