Son tradicionales los roscos de San Blas que una vez bendecidos ayudan a superar el que se dice es el mes más duro del invierno y prevenir el dolor de garganta.
En nuestro pueblo, los niños van a la Parroquia Ntra. Sra. de las Virtudes, con sus roscos (de elaboración artesanal y con receta típica local) en canastos decorados con lazos de colores o insertados en un lazo simulando una guirnalda. Aquí el Cura Párroco dice una oración a San Blas y seguidamente empieza el desfile de niños para que les bendiga los roscos con agua bendita.