Prueba del Alumbrado

Con el tradicional encendido del alumbrado, el Real de la Feria volvía a llenarse de alegría para disfrutar, un año más, de la tan ansiada feria de La Puebla de Cazalla. Una edición especial al celebrarse el bicentenario de los festejos, cuyo origen se encuentra en la feria de ganado que se celebraba por primera vez en 1817.

Por ello, antes de iluminar el Real, se realizaba un acto institucional en el Paseo Bohórquez a las 23:00 horas, donde el gentío se concentraba para vivir el momento clave de la prueba del alumbrado en este bicentenario.

Isabel Lebrón reseñaba la importancia de la fiesta, dando paso a Pepe Cabello, investigador local, quien daba lectura al documento acreditativo, rubricado por Fernando VII en 1817, donde se daba autorización a la Villa de La Puebla de Cazalla para la realización de la Feria Ganadera. Posteriormente tomaba la palabra el Alcalde, Antonio Martín, quien animó a los vecinos a “disfrutar de nuestra feria en este año tan especial”. Inmaculada Paniagua ponía el broche cantando el Himno de Andalucía tras accionar el Alcalde el mando que daba luz al recinto ferial y a la portada de feria.

De esta manera se iluminaban las cientos de bombillas que permanecerán encendidas durante cuatro días, llenando el paseo de brillantes colores que anuncian la llegada de los festejos. El Paseo ya viste de perfectas hileras cubiertas con farolillos.

Poco antes, en la caseta municipal tenía lugar la cena de pensionistas donde los mayores compartían una noche de convivencia en torno a la fiesta. Como es tradición, se entregaban las placas al hombre y la mujer más mayor de las diferentes residencias de mayores, un reconocimiento que recaía en Carmen Camino Cervera y José Sánchez Ávalos. Además se entregaba un detalle Gabriel Medina, más conocido por Germinal, por su labor en el hogar durante los últimos años.  Hasta la misma puerta de la Caseta llegaban los mayores de las diferentes residencias, que fueron acercados en el trenecito de la feria que recorría desde horas antes por las calles del municipio.

Por la tarde, el tradicional pasacalles –seña de identidad de la preferia en La Puebla- discurría por las calles acompañado de una charanga y, como no podría ser de otra manera, de niños y niñas deseosos de vivir la alegría de la feria y sus atracciones. Con motivo de los 200 años de Feria, el pasacalles de esta edición ha sido de época, con bandoleros recorriendo La Puebla.  Durante el recorrido se hicieron tres paradas: En la Plaza Vieja donde se leyó el Pregón de 1817, en Plaza del Ayuntamiento, con el Pregón de 1927 año de la inauguración del Paseo Francisco Bohórquez, y llegada al paseo con parada en la Plaza de la Revolución, donde se dio lectura el Pregón de este año 2017.

Tras una noche intensa, se da comienzo a cuatro jornadas de no parar donde las mujeres vestidas con su característico traje de gitana ponen el toque de color bajo la hilera de farolillos.